Científicos del Laboratorio de Nanotecnología Molecular (NANOMOL) de la Universidad de Alicante (UA) han creado una nueva familia de materiales con amplias aplicaciones en la industria química, las energías renovables y la reducción de contaminantes en combustibles. Este descubrimiento, detallado en Nature Communications, abre perspectivas ilimitadas para sectores como el energético y el farmacéutico.
La transición hacia células solares y baterías más eficientes en la transición energética se ve limitada por la disponibilidad de materiales, mayormente cristalinos y con estructuras definidas. Los investigadores, liderados por el catedrático de Química Inorgánica de la UA y director de NANOMOL, Javier García Martínez, han explorado materiales en la frontera entre el orden y el desorden, utilizando zeolitas, la familia de catalizadores predominante en el 90% de los procesos químicos.
García Martínez explica que estos materiales de laboratorio en la "frontera entre el orden y el desorden" eliminan las limitaciones impuestas por estructuras regulares, abriendo un amplio espectro de posibilidades para la creación y diseño de materiales. Este hallazgo representa una revolución en la catálisis, crucial para hacer más sostenible la industria química al reducir los residuos de carbón y las emisiones de CO2.
La investigación también tiene implicaciones en campos como la liberación de fármacos, la eliminación de gases, y la absorción y eliminación de contaminantes del aire y del agua. Estos materiales híbridos presentan ventajas significativas, como una elevada área superficial que les permite transformar moléculas voluminosas, superando las limitaciones de las zeolitas convencionales con poros estrechos.
En palabras de Mónica J. Mendoza Castro, investigadora y coautora del artículo, se trata de un "material en la frontera entre el orden y el desorden", con cavidades irregulares pero amplias que posibilitan la transformación de moléculas más complejas y voluminosas. Noemí Linares, también autora del estudio, destaca que al centrarse demasiado en la búsqueda del orden, se han pasado por alto las oportunidades en materiales imperfectos y poco ordenados, donde se descubren posibilidades innumerables para fabricar nuevos materiales con propiedades únicas.